Era una buena conclusión, sí, y por primera vez, Adriana estaba de acuerdo. Lo había acabado comprendiendo de una manera un poco más traumática de lo deseable, pero mejor tarde que nunca, suponía. Tan solo deseaba haberse dado cuenta un poquiiiito antes, cuando aún no había aceptado hacer cosas con él de las que ahora se arrepentía. "No me importan los problemas, me importa que estés bien". Se derritió un pelín al escuchar esa frase tan peliculera. Había algunas cosas que no cambiaban, y aunque ahora se sintiera desengañada con el amor, seguían gustándole ese tipo de cosas. Trató de disimular el rubor de sus mejillas poniendo los ojos en blanco, como si creyera que estaba siendo un poco exagerado.
- ¿Lo soy? Es decir... no sé, me sigo sintiendo rara -confesó, mordiéndose el labio inferior. Quizá no volviera a ser nunca la Adriana que era cuando llegó a Hogwarts. Quizá eso no era malo del todo. Experiencias así te cambiaban, para bien o para mal. Aún se sentía algo incómoda, pero ya no se debía a la presencia del australiano, así que aprovechando que él ya se había acercado, le abrazó en condiciones-. Gracias por...
- Oye tú, despídete ya de tu novio, que mamá y papá están esperando para ir a visitar no sé qué casa encantada -¿no había mencionado hasta ahora que Joana, su hermana mayor, también había venido a Hogsmeade con el resto de la familia? Pues sí, y era de lo más oportuna
- Este no es mi novio, idiota -respondió la pequeña de las Ribeira separándose de Harvey con la cara roja como un tomate.
- Pues es más guapo que el otro, deberías cambiarlo por él
Encantada, ¿eh? -se despidió con un gesto de la mano, dándose la vuelta para dejarles su espacio-. ¡Pero ven ya!
- ¿Lo soy? Es decir... no sé, me sigo sintiendo rara -confesó, mordiéndose el labio inferior. Quizá no volviera a ser nunca la Adriana que era cuando llegó a Hogwarts. Quizá eso no era malo del todo. Experiencias así te cambiaban, para bien o para mal. Aún se sentía algo incómoda, pero ya no se debía a la presencia del australiano, así que aprovechando que él ya se había acercado, le abrazó en condiciones-. Gracias por...
- Oye tú, despídete ya de tu novio, que mamá y papá están esperando para ir a visitar no sé qué casa encantada -¿no había mencionado hasta ahora que Joana, su hermana mayor, también había venido a Hogsmeade con el resto de la familia? Pues sí, y era de lo más oportuna

- Este no es mi novio, idiota -respondió la pequeña de las Ribeira separándose de Harvey con la cara roja como un tomate.
- Pues es más guapo que el otro, deberías cambiarlo por él
