Tiros Largos Moda

[Phillip T. Oswald]

¿Protestas? No. A lo mejor luego terminaba un poco enfurruñado, pero no diría nada o al menos esperaría a llegar a la común para no hacerlo delante de ella. Que aunque le pueda no gustar la amenaza, agradece lo que ha hecho por él, no es imbécil. Así que continúa con los besos tranquilamente, pegándose a ella y aprovechando que arquea la espalda para colar sus manos y bajarle la cremallera con cuidado. Vamos, no pretendía quitárselo, solamente acariciarle un momento la espalda. En ese momento, alza de nuevo la cabeza para mirarla.

- Sabes que podrías habérmelo dicho sin necesidad de tentarme, ¿verdad? - Le pregunta con una media sonrisa. Un poco sí que le pica que haya utilizado eso para apaciguar su posible reacción, pero no lo dice a malas. Le gusta que lo haga, ella lo sabe bien, pero simplemente quería aclararlo. Tampoco quiere que piense que no puede hablar con él o algo así... No es un troglodita básico, aunque lo parezca en momentos como aquel. Le da un último beso al escuchar unos pasos no muy lejos de los probadores.- Tengo que seguir probándome, ¿no? - Sonríe, antes de salir y volver a su probador. Y eso hace, formando dos montones en su interior: cosas que han recibido la aprobación de Ela y cosas que no. Sin embargo, cuando sale tras haber terminado, lo hace sin coger nada. Había dicho que se probaría y lo ha hecho, pero no comprar, no se lo puede permitir.- ¿Al final te vas a comprar alguna de las cosas que te has probado?

[Gabriela D. Santos]

Lo sabía y no tenía miedo a su reacción porque ambos sabemos que yo discuto mucho mejor que él y que siempre consigo lo que quiero. Pero había encontrado la situación adecuada. Noto como me baja la cremallera y de nuevo esa sensación: me gusta pero me tenso, un poco asustada. Pero él se separa, sabiendo perfectamente dónde están los límites.

-Pero estoy atractiva cuando me enfado.-le digo con una media sonrisa sujetándome el vestido. Dejo que salga y me visto con mi ropa, descartando todo lo demás y cogiendo el morado. No me llama la atención que no salga con nada del probador porque sé cómo es, por eso mismo, no cojo su ropa, sino que la memorizo para volver luego o pedir que me la envíen al castillo.-El morado, es para una ocasión especial.-comento como si la ocasión especial no estuviera relacionada con él. Cuanto menos sospeche, mejor.

Me pongo mi abrigo y salimos de allí. A la mañana siguiente es altamente probable que Lip se encuentre la camisa y el pantalón para la entrevista de la beca con una tarjetita con mi colonia y un corazón verde.