¿Podría tener una reacción menos favorable ante el hecho de que lo había invitado? Si es que en el fondo le daban ganas de coger su escoba y rompérsela en cabeza por ser un alcornoque. En serio, que no costaba tanto el hecho de aceptar las cosas de buena gana, que cualquiera diría que lo estaba apuntando con la varita o amenazando las joyas de su corona para que la acompañara.
— ¿Tú no quieres ir? — se atrevió a preguntar aunque es una respuesta que podría incluso adivinar sin tener que haber presenciado sus gestos cuando acepto. Si le decía que no pues lo desinvitaría y se quedaría en la común haciendo cualquier cosa. O estudiando. Si, eso siempre es buena idea.
— ¿Tú no quieres ir? — se atrevió a preguntar aunque es una respuesta que podría incluso adivinar sin tener que haber presenciado sus gestos cuando acepto. Si le decía que no pues lo desinvitaría y se quedaría en la común haciendo cualquier cosa. O estudiando. Si, eso siempre es buena idea.